Ismael Said Criado. Responsable de Medicina Interna. Hospital Vithas Nuestra Señora de Fátima, Vigo. @ismaelsaid
El término de Salud Digital se atribuye a Paul Sonnier, quien la define como aquella disciplina donde convergen las revoluciones digital y genómica con la salud y la asistencia sanitaria. El rápido avance en tecnologías de la información y comunicación (TICs) posibilita tanto trabajar con múltiples datos, inabarcables hace apenas 20 años, como conectar a las personas de forma inédita. Incluye aquellos datos derivados del conocimiento de la genética humana, ya que gracias a los descubrimientos en este área, podemos ahora relacionarlos con las enfermedades y encontrar conexiones antes desconocidas. La Salud Digital es la evolución natural del concepto eHealth, acuñado a principio de nuestro siglo con la aplicación de Internet al ámbito de la salud. Ambos conceptos se usan a día de hoy de forma intercambiable para designar aquellas TICs aplicadas al manejo de la salud.
La Salud Digital se ha convertido en una extensa área de conocimiento que incluye el uso de aplicaciones móviles, blogs y páginas webs especializadas, dispositivos de monitorización de constantes vitales, sistemas de información sanitaria digitalizada e interoperable, robots, aplicativos de realidad virtual y realidad aumentada, herramientas con inteligencia artificial o de análisis masivo de datos y una mayor conexión entre profesionales y entre pacientes gracias a las redes sociales o la telemedicina. Es parte de una gran transformación social hacia el mundo digital, que afecta a todos los sectores productivos, y que en Sanidad está en pleno desarrollo.
Se abre un abanico de nuevas posibilidades de tratamiento, de mejora en el manejo de las enfermedades y de la salud de las personas, aprovechando estas nuevas tecnologías que han llegado para quedarse. En este nuevo tiempo, ya no podemos ponerle puertas al campo negando que el paciente busque información sobre su patología en Google. De hecho, en lugar de restringirlo, existen iniciativas lideradas por profesionales sanitarios cualificados que promueven la producción de contenido informativo y de divulgación de calidad, disponibles para cualquier persona con acceso a Internet.
En los últimos años se han dado a conocer múltiples blogs de profesionales sanitarios, como el de Francisco Javier Rascón o el de Olga Araújo, cuyo contenido se basa en datos científicos y profesionales de calidad. Además, han sido múltiples las iniciativas para diseñar portales webs especializados para cada enfermedad, algunas desde las propias sociedades científicas, como Tuvidasindolor.es o la página web de la Fundación Española del Corazón sobre insuficiencia cardíaca. Otra iniciativa interesante, promovida por COM-Salud, es #SaludSinBulos cuyo objetivo es desmentir aquellos bulos relacionados con la salud que circulen por las redes sociales de forma viral. Otro paradigma del uso médico de Internet es el portal Doctoralia, abierto hace más de 15 años, donde es posible encontrar a la mayoría de médicos con consulta privada en nuestro país.
Las nuevas redes sociales también han inundado el mundo sanitario. Los congresos médicos se retransmiten por Twitter o Periscope y los profesionales sanitarios crean sus redes de contactos a través de todas las plataformas de comunicación existentes. Por otro lado, los pacientes tienen mayor acceso a los expertos en temas sanitarios y pueden involucrarse en debates virtuales e incluso en los congresos profesionales. Influencers en redes sociales, como Julio Mayol o Lucía Galán, tienen decenas de miles de seguidores y marcan tendencia en los temas médicos de los que tratan. Otras iniciativas como #FFpaciente en Twitter, el portal eSaúde del SERGAS o la Escuela de Pacientes de la Junta de Andalucía fomentan la participación del pacientes en redes sociales.
La progresiva implantación de la historia clínica electrónica en los centros sanitarios posibilita la explotación de múltiples datos de los pacientes que antes se guardaban en papel. Las tecnologías de análisis masivo de datos (Big Data) se están empezando a usar de forma rutinaria para hacer investigación o mejorar los procesos dentro del sistema sanitario. Es el caso de Savana, una empresa española creada por el neurólogo Ignacio Hernández Medrano, que convierte la información de las historias clínicas en datos digitales que luego son analizados con tecnologías de última generación. Nuevas herramientas basadas en el reconocimiento de voz y la inteligencia artificial ayudarán a hacer los informes clínicos de manera más ágil de forma que el médico disminuya el tiempo delante del ordenador de la consulta.
El paciente estará involucrado más que nunca en el manejo de su enfermedad. Cada vez es más habitual usar sensores de constantes vitales o dispositivos inteligentes conectados a la nube. En un futuro muy próximo, se prevé que esos dispositivos estén conectados entre sí, y con los sistemas de información sanitaria, de forma que el dato de monitorización generado por el paciente sea manejado por los profesionales sanitarios en tiempo real. Es la próxima revolución del Internet de las Cosas y promete cambiar sustancialmente la forma en que se manejan las enfermedades. Algunos ejemplos que ya están siendo usados en la práctica cotidiana son los sensores subcutáneos de glucemia, plumas inteligentes de administración de insulina como las que consiguen el dispositivo de Insulclock o relojes inteligentes que detectan fibrilación auricular.
Los aplicaciones móviles dedicadas al ámbito médico desarrolladas en la última década se cuentan por millones en todo el mundo. El reto está ahora en elegir cuál usar en cada caso y asegurarle al paciente su calidad científica. Iniciativas en Twitter como #recetalink promueven la sensibilización del profesional sanitario para que se convierta en prescriptor de aplicaciones sanitarias correctamente validadas. Para ello, se han desarrollado certificados de calidad aplicables a esas Apps que aseguran la seguridad clínica tanto para al paciente como para al profesional sanitario en su uso.
La inteligencia artificial (que incluye conceptos como el machine learning) también supondrá un cambio de paradigma en la relación entre profesionales sanitarios, pacientes y los sistemas de información. Lejos de la reticencia injustificada de algunos profesionales por la posibilidad de que sustituya al médico, la inteligencia artificial muy probablemente ayudará a potenciar el trabajo de los profesionales sanitarios, incrementando la rapidez de su trabajo y la calidad asistencial. Es probable que también se vea afectada la forma de aprender Medicina, asumiendo la imposibilidad de memorizar la ingente cantidad de conceptos médicos por lo que los profesionales se apoyarán en el futuro en sistemas inteligentes para desarrollar su trabajo. La interacción con los sistemas se basará en tecnologías de reconocimiento de voz y aprovecharán la inteligencia colectiva de muchos médicos para ayudar en el diagnóstico de cada paciente, como ya está ocurriendo en el ámbito de la Radiología.
Todas estas tecnologías digitales estarán integradas además en el concepto de Medicina Personalizada (o de Precisión). Actualmente muy desarrollada en el ámbito de Oncología, la Medicina de Precisión busca personalizar los tratamientos quimioterápicos según las características individuales de cada paciente, teniendo en cuenta no sólo sus antecedentes personales, sino también sus datos genéticos. Integrar todos esos datos necesita sistemas de información potentes que usen análisis de BigData con ayuda de la inteligencia artificial. Es probable que en un futuro próximo, otras áreas de la Medicina se beneficien de esta estrategia y se consiga disminuir al máximo los efectos secundarios de los fármacos, prescribiendo de forma más cuidadosa según las características de cada enfermo.
El área de las especialidades quirúrgicas se enriquece ya con tecnologías de realidad aumentada, mostrando a los cirujanos mejores visiones de la anatomía del paciente, que probablemente consigan cirugías más seguras. Además los estudiantes de Ciencias de Salud comprenderán más fácilmente la estructuras anatómicas gracias a la realidad virtual y la realidad aumentada. Por otro lado, ya existen empresas basadas en realidad virtual para tratar fobias o trastornos psicológicos, como la gallega PsicoVR. La biometría también está siendo protagonista, dado que ya hay investigaciones basadas en el estudio de la imagen de úlceras o de lesiones cutáneas, por ejemplo, para mejorar su diagnóstico.
Hay quien habla de la tecnología Blockchain también acabará siendo aplicada al mundo sanitario pero a día de hoy, no existen herramientas basadas en esta tecnología que se puedan aplicar al cuidado de las personas.
Aprovechar las tecnologías de comunicación para realizar Telemedicina pasó de ser una sueño a una realidad. A pesar de las posibilidades que parece aportar esta tecnología, su uso no se ha generalizado del todo, por reticencias a fiarse de las recomendaciones recibidas a través de videoconferencia. La experiencia parece mostrar que en lugar de disminuir carga asistencial para los profesionales sanitarios, la Telemedicina conlleva más tiempo de trabajo, sin llegar a sustituir muchas veces la consulta presencial. De todas formas, compañías como We-Doctor o Sanitas (con su aplicación BLUA) han apostado fuertemente por esta tecnología y probablemente venzan estas reticencias en breve espacio de tiempo.
Con todo esto, no hay duda de que el sector sanitario está en plena transformación digital y ello beneficiará al paciente con una atención sanitaria más segura, accesible y de mayor calidad.
Cuando analizamos la evidencia científica de las nuevas tecnologías aplicadas a la salud solemos encontrar, en la mayoría de las búsquedas, evidencia insuficiente, baja calidad de evidencia o evidencia de ausencia de impacto en términos de efectividad o eficiencia. Incluso se están aplicando, cada vez más, nuevas tecnologías con mayor perjuicio por el sobrediagnóstico causado por la alta capacidad de detección de anomalías que nunca llegarían a ocasionar problemas de salud.
Muchas gracias Ismael
Tu revisión es estupenda!
Echo de menos a Marián García (Boticariagarcia.com) que encabeza el ranking de la Blogosfera Sanitaria (por alcance – número de visitas) y que es -junto con Lucía Galán (@luciapediatra) y Patricia Ramírez (@Patri_Psicologa)- una de las 3 profesionales sanitarias con mayor impacto en redes sociales (y con muuuuuuucha diferencia).
Un saludo