Toma de decisiones compartidas: por una medicina cuidadosa y amable. Parte 2.

30 de abril de 2018 / 2 comentarios

Dra. Reyes Aparicio Santos.
Internista en el Hospital Virgen del Rocío en Sevilla.

Continuación del artículo Toma de decisiones compartidas. Parte 1.  

¿Qué ventajas ofrece la toma de decisiones compartidas?

Los estudios que analizan las intervenciones para favorecen la participación de los pacientes en el proceso de toma de decisiones compartidas demuestran que:

-El paciente conoce mejor su proceso.
-Mejora la adherencia terapéutica: si la persona se implica en la toma de decisiones es más probable que siga el plan acordado, como tomar la medicación de forma adecuada.
-Mejoran las expectativas con respecto a cuáles van a ser los resultados en salud ya que son más realistas.
-El paciente actúa de forma más participativa con el profesional porque siente que la relación es más igualitaria: no hay tanto desnivel entre una relación de autoridad.
-Se reducen el sobrediagnóstico y el sobretratamiento así como los costes.
-Las personas que comparten la toma de decisiones con sus médicos tienen mejores resultados en salud frente a las que no la comparten.

¿Qué papel puede tener la toma de decisiones compartidas en la actividad asistencial del internista?

En una publicación de enero de 2017 en la revista European Journal of Internal Medicine, la KER UNIT de la Clínica Mayo, liderada por Víctor Montori, nos ofrece claves extraordinarias para la incorporación de la toma de decisiones compartidas en nuestro ámbito.

En el texto “Shared decision making and the internist” se nos presenta esta estrategia como un componente central del método clínico, conjugando la medicina basada en la evidencia con el diagnóstico en los diferentes escenarios clínicos y la propuesta de acciones para resolverlos. Nuestro objetivo debe ser guiar el cuidado de los pacientes y avanzar en la situación particular de cada uno. Ésto es especialmente relevante en el ámbito de las enfermedades crónicas.

Montori define la toma de decisiones compartidas como un asunto emocional. Se trata de una expresión humana de la atención solidaria y cuidadosa del paciente, en la que ambos protagonistas (clínico y paciente) deberíamos llegar juntos a una resolución que debe tener un sentido intelectual, emocional y práctico. La decisión compartida no es una receta, es una forma de ajustar la práctica clínica a la manera de ser de cada persona.

En este mismo artículo se nos alienta a superar las barreras para el uso de la toma de decisiones compartidas que, en el día a día, dependen de varios factores: la propia naturaleza de la evidencia científica, las políticas sanitarias y las prioridades en la atención de los pacientes. Estas y otras circunstancias, actuarán como barreras o como facilitadoras en la práctica.

Para saber más, les recomiendo la siguiente entrada del Blog Avances en Gestión Clínica de Jordi Varela que abordaba recientemente algunas recomendaciones para mejorar estas limitaciones.

Para finalizar

Dos enlaces imprescindibles:

En primer lugar, una referencia de la Sociedad Catalana de Gestión Sanitaria: incluye una extraordinaria conferencia pronunciada en 2017 por Víctor Montori, gracias a la Sección de Gestión Clínica que lidera Jordi Varela

En segundo lugar aconsejamos este vídeo, donde Glyn Elwyn, investigador de The Darmouth Institute, y una de las autoridades más destacadas en esta materia, nos explica el modelo de toma de decisiones compartidas.

Para saber más:

En este interesante artículo Patient centred diagnosis: sharing diagnostic decisions with patients in clinical practice publicado en noviembre de 2017 en The British Medical Journal, se abordan aspectos de la toma de decisiones compartidas en fase diagnóstica, con varios ejemplos con casos clínicos  que pueden ser de interés.

El análisis del artículo lo realiza Xavier Bayona en esta otra lectura disponible en el siguiente enlace del Blog Avances en Gestión Clínica.

2 opiniones en “Toma de decisiones compartidas: por una medicina cuidadosa y amable. Parte 2.”

  1. Es necesario empezar a introducir en nuestra práctica clínica esfa metodología. La medicina paternalista no tiene sentido y dejar solo al paciente no es lo adecuado. Hay que saber contar las alternativas y acompañar al pacienteen su evolución y sus planteamientos, que le conducirán a sus decisiones

    1. Gracias Raquel por tu comentario. Estamos de acuerdo. Necesario un cambio cultural que facilite la incorporación de la toma de decisiones compartidas en nuestra práctica asistencial habitual. Esperemos que con esta entrada facilitemos pautas y referencias para ello.
      Un saludo.

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