Dr.Luis Cabeza Osorio. Internista. Servicio de Medicina Interna. Hospital Universitario del Henares. Coslada. Madrid. @CabezaOsorio
El libro:
Un libro de medicina, escrito por médicos y con la intención de mejorar la atención sanitaria, pero dirigido a los pacientes; ésta es la carta de presentación de “When doctors don´t listen” escrito por dos médicos estadounidenses y en el que intentan despertarnos y hacernos reflexionar sobre la medicina actual, una medicina deshumanizada y la «Cookbook medicine» (medicina de manual).
La tesis del libro parte de la complejidad diagnóstica, lo que supone un reto en la práctica clínica, y que para conseguir llegar al fondo de los problemas de nuestros pacientes sería necesario:
– Una historia clínica, basada en la entrevista con un paciente activo.
– Una exploración física completa y dirigida.
– Un razonamiento clínico.
Y seamos sinceros, esto, en muchas ocasiones se aleja de nuestro día a día.
Los autores:
La Dra. Leana Wen y el Dr. Joshua Kosowsky son médicos de urgencias de la Universidad de Harvard, Estados Unidos; son los coautores y han redactado en la obra, interesantes revelaciones sobre el funcionamiento de la medicina moderna. El análisis no es una crítica por parte de personas externas al ámbito sanitario, sino una visión desde una perspectiva cercana e informada. Además han escrito el libro como una conversación en primera persona entre los dos autores lo que facilita la lectura y hace que esta sea muy distendida.
"Cookbook medicine":
Cada año se realizan un gran número de pruebas complementarias innecesarias, lo que supone problemas de sobrediagnóstico y sobretratamiento y un gran aumento de los costos sanitario (en algunos casos hasta una tercera parte de los gastos).
Según los autores las causas que alimentan este problema son principalmente:
– Las nuevas tecnologías aplicadas a la medicina.
– La medicina defensiva.
– La fragmentación de la medicina en especialidades.
– «Cookbook medicine», que podemos traducir como “medicina con recetas de libros de cocina”.
Esta medicina basada recetas de libros de cocina nos pone sobre la mesa, de forma manifiesta, esa forma de proceder del profesional sanitario que se sustenta en “recetas diagnósticas”, normalmente conocidas entre los médicos como guías clínicas, protocolos, algoritmos… que subyugan nuestro proceder diario, convirtiéndolo en algo más “mecánico” y apenas individualizado.
La excesiva dependencia de la tecnología (en muchas ocasiones, para “descartar”), el pensamiento crítico escaso y la falta de una medicina centrada en el paciente, disocian el proceso diagnóstico en el individuo así como la forma de entender y narrar su enfermedad.
La propia Dra. Wen nos descubre que ”Cookbook medicine” es lo que sucede cuando a los pacientes se les da el mismo tratamiento sin importar quiénes son o qué presentan, provocando que muchos pacientes se marchen de urgencias más anémicos y más irradiados, además de insatisfechos y desorientados sobre cuál es el origen de sus síntomas. Practicar medicina como una receta, no personalizando el tratamiento para cada paciente, se vuelve sin duda tentador para algunos profesionales, en términos de ahorro de tiempo o medicina defensiva, aunque los pacientes sufran las consecuencias.
Para evitar sucumbir a la cookbook medicine, los autores proponen una serie de estrategias: “los 8 pilares para un mejor diagnóstico”.
Esta actitud refuerza la idea de que los pacientes son el eje central y deben: a) implicarse de forma activa en su diagnóstico, haciendo un esfuerzo por realizar un relato compresible y estructurado sobre lo que les está pasando (por ejemplo preparando una lista resumida de las afecciones y tratamientos anteriores o mantener un diario de síntomas), b) participar y ayudar al personal sanitario durante el examen físico, para asegurar que el médico formule un diagnóstico diferencial exhaustivo; c) asociarse con el médico en el proceso de la toma de decisiones, en cuanto a las pruebas solicitadas y las opciones terapéuticas.
A modo de ayuda, en el libro se incluyen hojas de trabajo y ejercicios para usar cuando se prepara para una visita médica.
El libro también incluye una sección dirigida a los médicos, donde se muestran algunos trucos o consejos para mejorar la comunicación médico-paciente y, de esta forma, que la práctica médica esté centrada en la persona.
Quizá se pueda criticar que estas sugerencias no son aplicables siempre (no se pueden generalizar) y dependen en gran medida de la formación del paciente y la accesibilidad a determinados recursos.
Por todo ello, nuestra reflexión e invitación final debería ser, que los médicos tendríamos que humanizar la medicina basada en la evidencia, escuchando e involucrando a nuestros pacientes en la toma de decisiones, en la forma en que ellos quieran. Quizás, este libro pueda ser un buen punto de partida.
Fotografía de portada rawpixel.com (Pexels).
Excelente libro y frase «La excesiva dependencia de la tecnología (en muchas ocasiones, para “descartar”), el pensamiento crítico escaso y la falta de una medicina centrada en el paciente, disocian el proceso diagnóstico en el individuo así como la forma de entender y narrar su enfermedad». Este libro a servido de guia para muchas de mis interrogantes, gracias por el dato estimados, saludos cordiales. https://uautonoma.cl
Muchas gracias Javier por tu comentario.
Un saludo.